Rafael Pombo, un escritor fuera de serie

Rafael Pombo (1833 - 1912)

Varias generaciones de colombianos leímos muchos cuentos de Rafael Pombo cuando éramos niños. Eran ejercicios de refuerzo de lectura. En lo más recóndito de nuestra memoria quedaron grabadas para siempre, las célebres frases con las que incian algunos de sus cuentos más conocidos, como El renacuajo paseador, La pobre viejecita, Simón el bobito y Mirringa mirronga. La magia de estas historias consiste en que no solo venían con ilustraciones que nos ayudaban a entenderlas mejor, sino que, además, en su contexto tenían una moraleja. Es entonces, cuando los maestros asumían su rol para explicarnos a los pequeños lectores, la enseñanza que dejaba cada una de ellas, y que permitían fomentar determinados valores, como la honradez, el respeto, la responsabilidad, entre otros.

Rafael Pombo nació en Santa Fe de Bogotá el 7 de noviembre de 1833, donde fue bautizado como José Rafael de Pombo y Rebolledo. Era descendiente de una familia aristocrática de Popayán. Su nacimiento no se dio en esta ciudad, debido a que cuatro meses antes, Francisco de Paula Santander, Presidente de la República de Nueva Granada, llamó a su padre, Lino de Pombo O´Donnell, para que ocupara el alto cargo de Secretario del Interior y Relaciones Exteriores, convirtiéndose así en el primer canciller de nuestra nación.

La familia de su padre era de origen español y con muy fuertes vínculos con la nobleza. Su linaje lo inició Esteban Pombo y López, abuelo de Lino, quien nació en San Pedro de Sorrizo, una aldea de la provincia de La Coruña en España, y vino a Popayán a mediados del siglo XVIII. De otro lado, Ana María Rebolledo, su madre, tenía un lejano parentesco con el conde de Rebolledo, y, además, era familiar de Luis de Bolívar y Rebolledo, pariente venezolano del Libertador. Rafael tuvo cinco hermanos. Beatriz, quien vivió con él toda la vida; Felisa, Juanita, Manuel, escritor costumbrista, y Fidel, fundador del Museo Nacional. Dentro de los familiares más célebres, estaban los hermanos Julio y Sergio Arboleda, sus primos, hijos de su tía Matilde.

Su madre le enseñó sus primeras letras. En 1844 ingresó al Seminario, donde el latín allí estudiado haría de él un excelente traductor de los clásicos. En 1846 ingresó al Colegio del Rosario a estudiar humanidades. Es durante esta época cuando realiza sus primeras traducciones; unos fragmentos de Virgilio, Horacio, el monólogo de Hamlet de Shakespeare y El poeta moribundo de Alphonse de Lamartine. En 1847 su padre lo obligó a retirarse. Quizás no estaba de acuerdo con que su hijo se dedicara a las letras, a componer poesías. En este mismo año lo matriculó en el Colegio Militar, donde además era profesor.

En 1851 se graduó de ingeniero. Un tiempo después, se unió a la sociedad filotémica, compuesta por jóvenes conservadores que estaban radicalmente en contra del gobierno de Jose Hilario López. En 1855 fue nombrado secretario de la Legación de Colombia en Washington. Al finalizar su trabajo diplomático, permaneció en los Estados Unidos durante muchos años, realizando gran variedad de actividades literarias.

En 1867 trabajando para la casa Appleton de Nueva York, publicó una serie de cuentos en español llamados Cuentos pintados para niños, y luego en 1869, Cuentos morales para niños formales. Estos recibieron grandes elogios de la crítica y aumentaron la fama del poeta en toda Hispanoamérica. Los Cuentos pintados son siete en verso: El renacuajo paseador, Simón el bobito, Pastorcita y Juan Chunguero, Los tres gatitos, La pobre viejecita, El pardillo y El gato bandido. Incluyen también cinco cuentos en prosa: Aladino, La venus dormida, Los tres osos, La cenicienta y Nené pulgadaLos Cuentos morales son doce cuadernos de cuentos escritos en verso: Tía pasitrote, Mirringa mirronga, El paseo, El ramillete de Celia, El álbum de Angelina, El rey borrico, Un banquete de chupete, Un sarao perricante, Chanchito, El conejo aventurero, El rey Chumbipe y Doña Pánfaga o el Sanalotodo para tartajosos y otros.

A principios del siglo XX el éxito de estos cuentos fue tan grande en América Latina, que el gobierno colombiano decidió publicarlos en una edición oficial, por cual decretó la Ley 87 del 16 de noviembre de 1912, y bajo el sello editorial de la Imprenta Nacional de Colombia, se publicaron en 1916 en un libro llamado Fábulas y verdades. El 20 de agosto de 1905, en reconocimiento a la majestuosidad de su pluma, fue coronado como "El poeta nacional de Colombia", ceremonia que tuvo lugar en el Teatro Colón de Bogotá. Durante varias décadas de este siglo, sus cuentos entraron a formar parte de la programación de las clases de lectura en las escuelas y colegios, pues fueron concebidas como obras aleccionadoras y de gran importancia cultural.

En 1879, doce años después de haber publicado los Cuentos pintados, Pombo reveló en una publicación llamada El repertorio colombiano, que el no era el autor de estas narraciones infantiles. Al respecto Héctor Orjuela, autor del libro Biografía y bibliografía de Rafael Pombo, dice claramente que el poeta bogotano "escribe y adapta al español algunas fábulas y cuentos que publica la casa Appleton de Nueva York". De acuerdo con lo anterior, los Cuentos pintados y los Cuentos Morales, no fueron inventados por Rafael Pombo. Fueron traducidos y adaptados al español, provenientes de rimas y melodías muy populares entre los niños británicos, las cuales se conocen con el nombre de The Mother Goose´s Melodies (Las melodías de mamá Oca) o Nursery Rhymes (Rimas infantiles), y que eran narraciones populares existentes desde la Edad Media hasta el siglo XVIII en Gran Bretaña.

A pesar de esta gran revelación, que, para algunos periodistas de radio y prensa en tiempos muy recientes, fue considerada como una decepción o fraude, no afecta en la más mínima medida la grandeza de Rafael Pombo. Al traducirlos y adaptarlos a nuestro idioma, los transformó de tal manera, que dejó plasmado en ellos todo su ingenio y su estilo, demostrando así, que no solo era un aclamado poeta sino también un excelente narrador. Pombo fue un escritor fuera de serie. Tradujo a Virgilio, Horacio, Goethe, Byron, y toda una dinastía de clásicos. Su produccion pasa de las 1400 obras. Casi todos sus cuentos están escritos en verso, son poemas; quizás algo único en la literatura. De él solo recordamos sus relatos infantiles, pero hay otros temas profundos que abordó a lo largo de su vida: amor, muerte, vitalidad y existencialismo. Su trascendencia fue tan grande, que dejó grabado en la memoria de varias generaciones, no solo en Colombia sino en Hispanoamérica, estos personajes encantadores, las frases con que inician sus historias, y las enseñanzas de buenas costumbres y valores que aprendimos en nuestra niñez.

FUENTES Y REFERENCIAS











Comentarios

  1. Excelente escrito Juan Carlos, relatas aquí muchas cosas que no sabía!
    Recomiendo mucho leer el Zaguán de las Historias, la verdad que son muy buenas y aprendemos cosas que no conocíamos!!

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  2. Aunque la poiesis sea más que una simple mimesis, la buena imitación de un estilo, o la esmerada re-presentación de una situación foránea y acondicionada a la propia experiencia, siempre serán caminos que convergen en un chispazo cretaivo de inexitinguible flama.

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  3. Me encantó saber sobre su verdadera escencia narrativa tomada de traduciones hechas por él dejando ver su estilo único, insuperable; a Juancarlos gracias por darnos tanto en pocas lineas, super!!

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  4. Muchas gracias Juan Carlos , tu escrito es un homenaje muy merecido al escritor que más haya podido influir en el fomento de valores personales en Colombia , como siempre tu trabajo contiene un gran trasfondo cultural y tu lectura es amena y sencilla , gracias y felicitaciones por este artículo .

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  5. gracias por tus escritos querido Juan Carlos

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  6. Que gusto saber la historia de Rafael Pombo que estilo tan unico.

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  7. Que gusto saber de la historia de Rafael Pombo un estilo unico e inigualable.

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  8. Excelente, que brillante Rafael Pombo, siempre con sentimientos de gratitud y bellos recuerdos de la infancia. Gracias Juan, que recorrido tan enriquecedor a la memoria.

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