Los misterios de Policarpa Salavarrieta
A pesar de ser la espía más famosa de la historia de la independencia de Colombia, nadie sabe a ciencia cierta cómo era su nombre de pila. Su padre la llamaba Polonia. Su hermano Bibiano, la llamaba Policarpa, al igual que doña Andrea Ricaurte de Lozano, en cuya casa vivió hasta el día que la detuvieron para llevarla a prisión. Ambrosio Almeida y Jose Hilario López, la llamaban La Pola.
Pintura de Jose María Espinosa |
También se desconoce la fecha y el lugar de su nacimiento. Todo esto porque no existe su partida de bautismo o algún documento que certifique sus datos. Existe una tendencia generalizada a decir que nació en Guaduas, pero esto es parte de la especulación. Algunos afirman que nació en Honda y otros en Santafé. Los historiadores han estimado el año de su nacimiento, basados en las fechas de nacimiento y de bautizo de sus hermanos, de quienes si se tiene información. Maria Ignacia Clara, nació en Guaduas el 12 de agosto de 1789. Eduardo, nacido Guaduas el 3 de noviembre de 1792. Catarina, nacida en Guaduas en 1791. Jose María de los Ángeles, bautizado en Guaduas el 12 de agosto de 1790. Manuel, bautizado en Guaduas el 26 de mayo de 1796. Ramón, confirmado en Santafé en 1800. Francisco Antonio, bautizado en Santafé el 26 de septiembre de 1798 y Bibiano en Santafé en 1801. Ella nació entre sus hermanos Jose María y Manuel, de tal modo que su año de nacimiento debe estar entre 1790 y 1796.
Policarpa creció en medio de una familia acomodada en Guaduas, que tenía lo suficiente para vivir, pero que no contaba con ningún título nobiliario. Su padre, Joaquín Salavarrieta, había consolidado su mediana fortuna a través de su trabajo como agricultor y comerciante. Su madre se llamaba Mariana Ríos. En 1789 se trasladaron para Santafé y ahí Joaquín adquirió una casa en el Barrio Santa Bárbara, estableciéndose en uno de los sectores más pobres de la ciudad. Pero su estancia fue muy corta, pues en 1802 una epidemia de viruela se propagó en la capital y se produjo una tragedia familiar. Sus padres murieron al igual que sus hermanos mayores Maria Ignacia y Eduardo. Poco tiempo después, la familia se disolvió. Jose María y Manuel entraron a la comunidad Agustina. Ramón y Francisco Antonio se fueron a trabajar en una finca en Tena. Catarina decidió regresar a Guaduas, instalándose en la casa de su madrina Margarita Beltrán, hermana de Manuela, junto con Policarpa y su hermano menor Bibiano.
Margarita se da cuenta del interés de Policarpa por aprender y logra ingresarla a la escuela del Convento de la Soledad. Ahí aprendió a leer y a escribir, costura y al parecer también a tocar guitarra. Los hermanos Salavarrieta vivieron en su casa hasta cuando Catarina se casó con Domingo García y la pareja se llevó a vivir con ellos a Bibiano y Policarpa. Su estadía en la casa de los Beltrán, familia que había participado activamente en la Rebelión de los Comuneros en 1781, seguramente despertó su espíritu de lucha en contra del régimen español, más aún al enterarse que su padre había participado también en esta insurrección.
En 1808, conoció a Leandro y Alejo Sabaraín, hijos de Joaquín Sabaraín, quien era funcionario de las reales minas de Mariquita (Tolima). Alejo y Policarpa tenían la misma edad y compartían las mismas inquietudes políticas y sociales. Un tiempo después, la situación en Guaduas se empezó a complicar debido a las conspiraciones entre criollos y realistas. Alejo le contó sobre los grandes cambios que ocurrían en ese momento en España, en donde el general Napoleón Bonaparte, había puesto en el trono a su hermano José y que en Santafé, Camilo Torres se había pronunciado en su contra.
El domingo 22 de Julio de 1810 había celebración en Guaduas. Luego de salir de la misa mayor, los hermanos Salavarrieta se enteraron de lo que había ocurrido dos días antes en Santafé. Todos se unieron a la algarabía y al jolgorio. Lo que vino después fue una serie de enfrentamientos entre las provincias, lo cual se conoce en nuestra historia como "La Patria boba". Una guerra civil entre dos bandos, uno liderado por Nariño quien defendía el centralismo y el otro por Camilo Torres quien defendía el federalismo. Policarpa iba enterándose de todo lo que ocurría, debido a que Nariño contaba con el apoyo de los padres agustinos, quienes le permitían estar al tanto de la situación.
En 1813, llegó Pablo Morillo a la Nueva Granada y comenzó su "Régimen del Terror". Hacia 1815 Bibiano regresó herido a Guaduas, luego de combatir al lado de Antonio Nariño en la campaña del sur. En estas batallas también participó y perdió la vida su cuñado Domingo. Es por esta época más o menos, cuando Policarpa inició sus actividades de apoyo a grupos de insurgencia, que se levantaron para enfrentar a lo que se conoció como "La reconquista española". Naturalmente ella no hacía el trabajo sola. Formaba parte de una red de espionaje, en donde contaba con el apoyo de muchas mujeres, de su entrañable hermano Bibiano, y también de Alejo Sabaraín, con quien algunos autores como Jose Manuel Restrepo, para darle el toque novelesco a su historia dicen que fueron novios o amantes, pero otros como Rafael Pombo desmienten esa información. Haya sido cierta o no esa relación, la verdad es que entre todos apoyaron muy fuerte la causa libertadora.
Es durante este proceso que ella ayudó a salir de la cárcel a los hermanos Ambrosio y Vicente Almeida. También ayudó a desertar a varios miembros del batallón Numancia de Pablo Morillo. Envió armas, periódicos y apoyo logístico a un grupo de rebeldes patriotas ubicado en los llanos orientales. Se cuenta que para la fuga de los hermanos Almeida, el dinero que utilizó para sobornar a los guardias que los custodiaban, lo escondió en unas naranjas.
En 1817 las cosas se pusieron muy complicadas para Policarpa y Bibiano, pues las autoridades españolas ya conocían sus movimientos y comenzaron los seguimientos. Al enterarse del peligro que estaban corriendo, Ambrosio Almeida le envió una carta de recomendación a la señora Andrea Ricaurte de Lozano, quien los acogió en su casa en Santafé. Ellos viajaron de Guaduas hacia Santafé utilizando pasaportes falsos. En el de ella figuraba con el nombre de Gregoria Apolinaria. A partir de este momento, bajo la fachada de costurera entra a trabajar con las esposas de algunos realistas, que seguramente fueron minuciosamente seleccionados como buena espía que era, pues en estas casas se realizaban importantes tertulias, a través de las cuales, se enteraba de los movimientos de las tropas enemigas. Ella enviaba cartas a sus compañeros de los llanos, contándoles toda esta información de altísimo nivel.
Por su lado, el ejército imperial continuaba siguiéndole los pasos. Es entonces cuando aparece la figura del sargento Anselmo Iglesias, a quien nombran para que la encuentre y la capture. Como nadie la conocía, una noche de tragos se va para una taberna, en donde logra enterarse que a Bibiano lo veían pasar a menudo por ahí. En los siguientes días, Iglesias se dedica a hacerle inteligencia, hasta que logra ubicar la casa de la señora Andrea Ricaurte. Con un grupo de soldados llega y entra a la fuerza insultando a Policarpa. Ella al percatarse de su final, alcanza a decirle a Andrea que esconda los papeles que comprometían a sus compañeros. Mientras Iglesias le daba captura a La Pola, Andrea sigilosamente lleva todos los documentos y los quema en el fogón de la cocina.
Policarpa fue encerrada en un calabozo del Colegio Mayor del Rosario y un consejo de Guerra celebrado el 10 de noviembre de 1817 la condenó a muerte, junto a Alejo Sabaraín y otros patriotas que fueron detenidos durante esos días. Su ejecución se llevó a cabo el 14 de noviembre de 1817 a las nueve de la mañana. Al subir al banquillo se le ordenó que se pusiera de espaldas, para que muriera como todos los traidores. No quiso obedecer y prefirió adoptar una posición de rodillas, considerándola más digna para ella. Por ser mujer su cuerpo no fue expuesto en las calles, como el de sus compañeros fusilados. Sus hermanos sacerdotes, Manuel y Jose María, reclamaron su cadáver y le dieron sepultura en la Iglesia de San Agustín. Si consideramos que su año de nacimiento fue en 1796, al momento de su muerte tenía tan solo 21 años.
Durante casi dos años no se tuvo noticia de Policarpa. La primera mención que se tiene de ella sale en el Correo del Orinoco, un periódico creado por Simón Bolívar, en cuyas páginas aparece un texto al lado de la noticia que se ha ganado la batalla de Boyacá en 1819. Se trata de un poema dedicado a ella, en medio del cual hay una anagrama formado con las letras del nombre de Policarpa Salavarrieta: "Yace por salvar la patria".
Es aquí cuando el arte cobra un papel de primer nivel en la divulgación de la imagen de Policarpa Salavarrieta. ¿Cuál es la trascendencia de los retratos que existían en el Siglo XIX? Pues que eran encargados para resaltar la imagen de grandes personajes. En el caso del rey Fernando VII, quien nunca visitó ninguna de sus colonias americanas, durante la monarquía su retrato era la presencia del rey en América. El mismo Simón Bolívar para exaltar su imagen también se hizo retratar varias veces. Es inmensa la lista de personajes, que a lo largo de este siglo y de la historia en general, utilizaban a los artistas con este propósito. Es muy claro que se trata entonces de la élite de la sociedad, personalidades con mucho dinero, con mucho poder, que se daban este lujo y satisfacían también su propio ego.
En este orden de ideas y luego de haber realizado este viaje por su vida y teniendo claro su extracción popular surge aquí otra pregunta interesante, ¿cómo llega Policarpa a quedar plasmada en las pinturas que le hicieron casi diez años después de su muerte? La respuesta es que fueron encargadas por personas de mucho dinero que podían pagar estos cuadros y que querían construir un símbolo de patriotismo local. Lo que hicieron pintores como Jose María Espinosa, fue basarse en las obras o textos publicados a principios del Siglo XIX, para sacar de ahí la idea para construir la imagen de la heroína. Dentro del proceso de construcción del personaje, hay un aspecto de suma importancia y es que cuando se acaba la monarquía y triunfa la revolución, aparece otra pregunta fundamental ¿cómo lograr que en la cabeza de un súbdito entrara la idea de que el rey deja de serlo, si él está ahí por mandato de Dios? Entonces en esta dinámica de cambiarle el chip, de romper la idea monárquica, el retrato de Policarpa Salavarrieta es muy importante, porque se le da la altura, se pone al mismo nivel que tenía el rey Fernando VII.
FUENTES Y REFERENCIAS
- Banrepcultural. Policarpa Salavarrieta: heroína por excelencia de la República. [En línea]. Última consulta 28/06/2020. Disponible en: https://www.banrepcultural.org/biblioteca-virtual/credencial-historia/numero-73/policarpa-salavarrieta-heroina-por-excelencia-de-la-republica
- Colombia Informa. Policarpa Salavarrieta: valentía y coraje. 14 de noviembre de 2018. [En línea]. Última consulta 28/06/2020. Disponible en: http://www.colombiainforma.info/policarpa-salavarrieta-valentia-y-coraje/
- BANCO DE LA REPUBLICA. Boletin Cultural y Bibliográfico. Patíbulo, mujeres e Independencia. 2019. [En línea]. Última consulta 16/11/2022. Disponible en: https://publicaciones.banrepcultural.org/index.php/boletin_cultural/article/view/20880
- HJCK. PODCAST. Retrato vs. relato: la verdad sobre La Pola. [En línea]. Última consulta 28/06/2020. Disponible en: https://hjck.com/reportajes/retrato-vs-relato-la-verdad-sobre-la-pola
- Historia y región. La guerrilla de los Almeida. 3 de noviembre de 2014. [En línea]. Última consulta 28/06/2020. Disponible en: https://historiayregion.blogspot.com/2014/11/la-guerrilla-de-los-almeida.html
Muy interezante el articulo sobre LA POLA Juancho, San Miguel de Guaduas donde es oriunda no le hace le reverencia que esta mujer tuvo en esa época, siendo una heroína que espió para las fuerzas que llevaron a nuestra independencia, considero que a ella no se le ha valorado como debe ser,, respaldando a los criollos en la reconquista española y pagó un alto precio al ser ejecutada en la Plaza Mayor de Bogotá. Me apena que no la tengamos de ejemplo en nuestra actual cultura pobre y desgastada de nuestra sociedad. Lastima de que sea tan ignorada como todo lo de ella que fue desaparecido para no dejar huella de semejante ser supremo de la libertad de nuestro pueblo y que la ignoramos. Te felicito Juancho por tu aporte. No me dejes por fuera del próximo. Un fuerte abrazo. Dios te guarde, cuide y bendiga siempre y a los tuyos.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. Me alegra mucho que te haya gustado. Si fue un recorrido muy interesante por su vida. Disfruté mucho en la investigación
ResponderEliminarExcelente biografía de esta heroína. Muchas cosas desconocía de ella.
ResponderEliminarMurió demasiado jóven.
Gracias Juan Carlos por tu investigación histórica.
Gracias por compartir, felicitaciones.