Frankenstein



Frankenstein o el moderno Prometeo fue escrito por Mary Shelley cuando tenía veinte años. En el verano de 1816, visitó con unos amigos la región de Cologny, Suiza. Al principio navegaban por el lago o paseaban por su orilla. Poco después, comenzó a llover, y esto casi no les permitía realizar sus recorridos por el campo. Por lo cual, se la pasaron leyendo historias fantasmales alemanas traducidas al francés. Uno de los integrantes del grupo era Lord Byron, quien les propuso escribir una historia de fantasmas. Luego de varios días en los que no se le ocurría nada, Mary tuvo un sueño, en el cual apareció "un estudiante de artes impías", de rodillas frente al ser que estaba ensamblando. Unos segundos después, empezó a manifestar "signos de vida" y movimientos torpes. Así surgió la idea. Trabajó en ella durante un año y en enero de 1818 hizo la publicación. Mary fue la única que cumplió el reto.

La historia es narrada de una manera muy particular. El joven Robert Walton, quien debe ser una persona con muchísimo dinero, es el capitán de un barco que viaja rumbo al Polo Norte. El propósito de su aventura es alcanzar la gloria una vez llegue a este lugar tan inhóspito. Todos los pormenores de su travesía, se van contando a través de las cartas que le escribe a su hermana Margaret, y que espera que algún día le lleguen a Londres, su lugar de residencia. Es entonces cuando él y el resto de los tripulantes de la embarcación, aprecian a lo lejos, el paso vertiginoso de un hombre de gran estatura en un trineo. Un poco después, observan a otro quien va a una velocidad más moderada, y cuando estaban a punto de alcanzarlo, se rompió el hielo y varios de sus perros murieron. Lo rescatan. Está exhausto y malherido. Transcurridos unos días, se recupera gracias a los cuidados que recibe. Él es Victor Frankenstein, quien, a partir de ese momento, empieza a contarle toda su vida con lujo de detalles.

La obra tiene mucha fuerza narrativa, empezando por el título, que es una alusión al mito griego de Prometeo, quien era uno de los Titanes y que les robó el fuego a los dioses para entregárselo a los hombres. Frankenstein al darle vida a la criatura, simboliza que se ha robado ese don que solo pertenece a Dios. Durante dos años estudia con gran pasión en Alemania todo lo relacionado con la química, llegando incluso a mejorar algunos de los instrumentos, motivo por el cual su tutor lo felicita. Luego empieza por interesarse en la pregunta fundamental, "¿de donde vendrá el principio de la vida?" Se dedica entonces a analizar la descomposición de los cuerpos. Por eso se asume que su creación la logra a partir de cadáveres, porque en el texto no se menciona este aspecto, ni tampoco el uso de la energía eléctrica. Cuando la criatura cobra vida, se desencanta de ella, siente repugnancia dado su horripilante aspecto y decide abandonarla.

La criatura, que no tiene nombre, es un ser superdotado. Puede correr a unas velocidades sobrenaturales, escalar montañas muy empinandas en pocos minutos, soportar temperaturas bajo cero extremas, y nadar a gran velocidad en cuerpos de agua muy helados y profundos. También, como se describe en el diálogo que tiene con Frankenstein en la cueva, escondido en un cobertizo de una casa rural en algún lugar de Alemania, aprende a hablar, a leer y a escribir en francés. Ahí vivía una familia francesa, que había escapado de Francia, donde gozaban de una gran fortuna, pero luego lo perdieron todo. De tanto escucharlos y observarlos adquirió estas habilidades. También aprendió sobre el amor entre los miembros de la familia, al igual que geografía, lo cual le sirvió más tarde para ubicar a su creador. En uno de sus recorridos nocturnos para buscar comida en el bosque que rodeaba la casa, encontró por casualidad una bolsa de cuero, la cual contenía ropa y tres libros que le ampliaron de forma contundente, su conocimiento sobre la complejidad humana. El paraíso perdido de John Milton, Las vidas paralelas de Plutarco y Las penas del joven Werther de Goethe.

En su larga conversación le dice que su mayor anhelo era encontrar a alguien que lo amara y que lo aceptara, tal y como es, a pesar de su horrible rostro y figura. En alguna ocasión, se espantó al ver reflejada su cara en un estanque, eso le produjo mucha amargura y dolor. Su soledad es lo que más lo atormenta. Se compara con el ángel caído que fue expulsado del cielo, pero incluso este tenía amigos, un grupo de demonios que lo acompañaban en su tristeza. Se siente el ser más solitario de la tierra. Al poco tiempo de salir del laboratorio, estando escondido en un bosque, observó una niña que corría cerca de la orilla de un río. De pronto resbaló y cayó al agua. De inmediato salió de su escondite, y tras una fuerte lucha contra la corriente, logró arrastrala hasta la orilla. Intentaba por todos los medios reanimarla. En eso apareció un campesino quien se la arrebató. No mostró ningún gesto de agradecimiento hacia él, por el contrario, lo atacó, por lo cual tuvo que salir huyendo. Los hombres en general lo odian, lo detestan. Su tenebrosa presencia tiene la culpa de esto.

En las últimas páginas aparece dentro del barco de Robert Walton, en el camarote donde yace el cuerpo de Frankenstein. El joven capitán escucha muy sorprendido toda su versión de los acontecimientos. La criatura hace una catarsis al contarle su vida, impregnada de angustias, tristezas, odio y crímenes. La otra cara de la moneda. Él no desea vengarse de la humanidad. Su creador ha muerto, y, por tanto, ya no encuentra mayor razón para formar parte de este mundo. Hará una pira funeraria y ahí se inmolará. Finalmente encontrará la paz de su espíritu. Salta por la ventana y cae sobre un témpano que había junto al barco. Las olas se lo llevan y se pierde en la oscuridad.

En esta obra se muestran todas las miserias y matices de la naturaleza humana, los ángeles y demonios que llevamos por dentro. ¿Quiénes son los buenos o quiénes son los malos? Creo que este libro debe estar incluido dentro de la lista de los imprescindibles, esto es, aquellos que todo el mundo debería leer.

Cuando se observa alguna de las adaptaciones cinematográficas de este personaje, no se encuentra el más mínimo punto de comparación. Como se dice coloquialmente, "no se encuentra ni la sombra". Toda esa fuerza interior de la criatura: sus grandes divagaciones sobre el amor y el odio, sobre por qué unos seres humanos matan a otros, sobre la existencia de los imperios, o sobre el infierno y el paraíso, ha sido eliminada. El poder de sus palabras ha sido opacado. Se trata de un ser que es como un zombie. No habla. No razona. No exige absolutamente nada. Es claro que el lenguaje del cine nunca puede ser igual al lenguaje literario, pero en este caso lo desdibujaron completamente. En su afán mercantilista de alcanzar el éxito, lo bautizaron con el apellido de su creador y le borraron su esencia. Esto se aprecia claramente en las versiones más antiguas, películas realizadas entre los años 1910 y 1958, período en el cual, se convirtió en un ícono del terror.

FUENTES Y REFERENCIAS


Comentarios

  1. Carlos Alberto Solano Hamdan3 de mayo de 2024, 9:53

    Muy oportuno con motivo de los Oscars otorgados a Pobres Criaturas, aunque está enfatiza, realza y reivindica la condición de la mujer.

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    1. Felicitaciones al Autor por recrear de manera creativa tan interesante historia

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  2. Muy importante saber que una cosa es lo que muestra el cine y otra lo que escribe el autor. Gracias

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  3. Muy interesante la historia de como se creo el libro. Gracias!

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